El estado de la boca está mucho más ligado a la dieta de lo que solemos imaginar. Lo que comemos a diario repercute en la fuerza del esmalte, en la salud de las encías y en la estabilidad de los huesos que sostienen los dientes.
Así como una alimentación equilibrada protege al corazón y a los huesos, también resulta fundamental para mantener una sonrisa sana. En este equilibrio, el calcio y la vitamina D tienen un papel protagonista: el primero aporta la dureza que refuerza los dientes, mientras que el segundo asegura que ese calcio se absorba y cumpla su función de manera eficaz.
Cuando los niveles de estos nutrientes son adecuados, los dientes se mantienen fuertes y las encías más resistentes. En cambio, si hay carencias, aumenta el riesgo de caries, inflamación y pérdida de piezas con el paso de los años.
El calcio, la base de unos dientes fuertes
El calcio es el mineral más importante para los dientes. Forma parte del esmalte y la dentina, que funcionan como la primera barrera frente a bacterias y ácidos. Además, mantiene la densidad del hueso maxilar y mandibular, encargado de sostener las raíces dentales.
Gracias a un buen aporte de calcio, el organismo puede reparar pequeñas lesiones en el esmalte y reducir el riesgo de caries. Cuando el nivel es insuficiente, aparecen problemas como mayor fragilidad dental, pérdida de piezas o incluso alteraciones en la mandíbula.
Entre los beneficios más destacados del calcio para la boca se encuentran:
- Refuerza el esmalte y la dentina;
- Conserva la densidad ósea de la mandíbula;
- Ayuda a remineralizar el diente tras el consumo de alimentos ácidos;
- Disminuye la probabilidad de sufrir caries y enfermedades periodontales.
La vitamina D, la llave que activa el calcio
Para que el calcio llegue a los dientes y huesos, es imprescindible la vitamina D. Esta vitamina favorece la absorción del mineral y asegura que se utilice de forma correcta en la formación del esmalte y en la salud gingival.
Su papel no se limita a la absorción de nutrientes: también ayuda a controlar la inflamación de las encías y estimula la producción de colágeno, una proteína fundamental para mantener los tejidos que rodean los dientes. Por este motivo, mantener unos niveles adecuados de vitamina D es esencial para prevenir problemas como la periodontitis o la pérdida ósea.
Dónde encontrar calcio y vitamina D
La mejor manera de mantener un buen equilibrio de estos nutrientes es a través de la alimentación y unos hábitos saludables.
Fuentes de calcio más recomendadas:
- Lácteos como leche, yogur y queso.
- Pescados pequeños con espinas comestibles, como sardinas o anchoas.
- Verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, brócoli).
- Frutos secos y semillas, como almendras o sésamo.
- Bebidas vegetales y tofu fortificados.
Fuentes de vitamina D:
- La exposición moderada al sol, unos minutos al día según la época del año.
- Pescados grasos como salmón, caballa o atún.
- Huevos y lácteos enriquecidos.
- Setas cultivadas con exposición a la luz natural.
- Suplementos, siempre bajo indicación profesional.
Qué pasa cuando faltan estos nutrientes
El déficit de calcio se asocia con caries frecuentes, uñas frágiles, dolor óseo y, en los casos más graves, pérdida de dientes por debilitamiento de la mandíbula.
La falta de vitamina D, por su parte, incrementa el riesgo de inflamación de encías, periodontitis y pérdida de densidad ósea. A nivel general, también puede favorecer enfermedades como la osteoporosis u otros trastornos relacionados con la debilidad de los huesos.
Hábitos que refuerzan su efecto
Para sacar el máximo provecho al calcio y la vitamina D conviene tener en cuenta algunas recomendaciones sencillas:
- Mantener una dieta variada que incluya fuentes de ambos nutrientes;
- Aprovechar la exposición solar de forma moderada y segura;
- Reducir el consumo de refrescos y alimentos ácidos que desgastan el esmalte;
- Cepillarse los dientes dos veces al día con pasta fluorada y usar hilo dental;
- Acudir al dentista para revisiones periódicas.
En Campus Dental cuidamos de tu sonrisa
El calcio y la vitamina D forman un equipo perfecto para la salud bucodental: uno da fuerza al esmalte y al hueso, mientras que el otro asegura que el cuerpo los aproveche de manera eficaz. Cuidar su aporte es una manera sencilla de mantener la sonrisa protegida a lo largo de la vida.
En Campus Dental estamos aquí para ayudarte a prevenir problemas y a mantener tus dientes y encías en buen estado. Si tienes dudas sobre tu alimentación o sospechas de una carencia de estos nutrientes, pide una cita con nosotros. Nuestro equipo estará encantado de acompañarte en el cuidado de tu salud bucal.